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Recuerdos – Comencemos por el final http://www.comencemosporelfinal.com Todo es movimiento irregular y contínuo, sin dirección y sin objeto (Montaigne) Sat, 21 Aug 2021 11:59:01 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.4.15 SI SÓLO VIVIERAN LOS VIVOS… http://www.comencemosporelfinal.com/2014/08/si-solo-vivieran-los-vivos/ http://www.comencemosporelfinal.com/2014/08/si-solo-vivieran-los-vivos/#respond Wed, 27 Aug 2014 17:01:28 +0000 http://www.comencemosporelfinal.com/?p=1085 «Si sólo vivieran los vivos, la tierra sería inhabitable» (Gabriel Marcel),

recordaba Javier Marías, en un artículo dominical, habérsela oído o leído, a su padre. Hoy recojo la cita para recordar al mío con esta foto que tomó mi madre, entre risas y emoción, un mediodía de agosto de hará ahora 33 años.

En ella se me ve con apenas un par de meses durmiendo a su vera; imitando su postura, adaptándome a él, en el más plácido de los sueños. Alentó mi principal afición, la lectura, aunque jamás cogió, ni me regaló ningún libro; eso vino después, cuando ya no estaba, cuando era un muerto. Fue entonces cuando empecé a encontrar consuelo en los clásicos, en aquello que perduraba, y llevaba al fin y al cabo, más años de sepultura que él. «Esta película tiene 40 años,» me decía a mí misma, asombrada por tal milagro. Infantil o no, calculaba que a partir de mis 30 años habría vivido la mitad de mi vida sin su influjo, y eso me producía un vértigo tremendo, por lo que yo continuaba refugiándome en las películas y en los libros antiguos porque mi ventana a un mundo de fábulas y vaticinios familiares, había sido cerrada de golpe.

Mientras seguía leyendo el artículo de Marías, me iba imaginando cómo sería mi vida si apartasen de ella a mi amigo Miguel, o Tolstoi. Comprendí perfectamente la consternación de Marías, al comprobar como filósofos, escritores, cineastas, artistas de antes de ayer, dejan de tener vigencia en el sistema educativo de hoy. La vida de los vivos sin los muertos sería insoportable, y esta es la paradoja más hermosa con la que me he topado últimamente.

Si solo vivieran los vivos...
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LA ÉPOCA DE LAS CATEDRALES http://www.comencemosporelfinal.com/2014/04/la-epoca-de-las-catedrales/ http://www.comencemosporelfinal.com/2014/04/la-epoca-de-las-catedrales/#respond Wed, 30 Apr 2014 18:10:43 +0000 http://www.comencemosporelfinal.com/?p=1066 Una cree que elige lo que estudia, pero qué va, son los estudios quienes te eligen a ti: ahí arriba o abajo, según se mire, hay alguien apuntándonos con una flecha que no suele fallar; «esa necesita orden y exactitud, aquella matemáticas, a este de aquí le sobra paciencia…»

A mí me llegó una de esas flechas de dirección desconocida a los diez, once años. Iba yo caminando con mi padre por Málaga ciudad, cuando tropezamos con una exhibición de maquetas de catedrales andaluzas delante de la acera de El Corte Inglés. A medida que íbamos recorriendo la exposición, más asombrada iba quedando yo de todos esos magníficos edificios: tan grandes, tan bonitos, tan antiguos. Pero pese a la fuerte impresión recibida, en ningún momento se me pasó por la cabeza soñar con adquirir las destrezas necesarias para construir esas bonitas maquetas o esos singulares edificios. Mientras los contemplaba, no pensé en ningún momento en los modos, medios y técnicas de construcción como hubiera sido natural, sino que me dejé deleitar por el edificio en sí, en su conjunto: comparándolos entre ellos, seleccionándolos, contando sus torres y portones, mirando su decoración. Como mi padre iba además traduciéndome en años los siglos de antigüedad, de forma vaga e intuitiva traté de imaginar su ubicación en la historia.

– Cuatrocientos años ese de ahí- ¿Cómo era posible que esos edificios (que yo tenía además que imaginarme a una escala inaudita) tuvieran tantos años? ¿Cómo es que eran entre ellos tan distintos? ¿Por qué unos eran mas bonitos que otros? ¿Por qué entonces se construían y ahora no?

Pasarían aún unos cuantos años más hasta que fui a visitar la catedral de Málaga, no muy lejos de donde caminábamos nosotros aquel día de fiesta. Pero mi padre siempre hacía las cosas por un motivo. Allí me llevo por primera vez, el que es ahora mi marido, y un año después además me estaría matriculando en Historia del Arte. Es una bonita casualidad, ¿verdad?

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PELÍCULAS ANTIGUAS http://www.comencemosporelfinal.com/2014/03/peliculas-antiguas/ http://www.comencemosporelfinal.com/2014/03/peliculas-antiguas/#respond Tue, 18 Mar 2014 09:15:14 +0000 http://www.comencemosporelfinal.com/?p=1026  

Anatomía de un asesinato. Otto Preminger, 1959

Anatomía de un asesinato. Otto Preminger, 1959

El sábado pasado volví a ver Anatomía de un asesinato. La primera vez que la vi, hará como unos 10 años, me fui a la cama bastante decepcionada porque me parecía a mí que el film no terminaba bien (comencemos por el final siempre): el culpable se libraba, la esposa volvía a las andadas y una de las frases finales «el irresistible deseo» parecía parodiar el disoluto final. No esperaba un happy ending, pero sí algún tipo de lección, de conclusión, al fin y al cabo, se trataba de una película judicial.

Pero me equivocaba entonces porque el sábado cuando la miraba de nuevo percibía otra película. Poco a poco, todas las ambigüedades que antaño me habían pasado desapercibidas se hacían más palpables, como las aristas de cada uno de los personajes implicados (con sus pocas luces y muchas sombras) o, la sutileza de cada plano, llenos de significado pero sin la necesidad apremiante de subrayarte “atención aquí una pista”.

Una de las genialidades de la obra es la ausencia casi completa del jurado, al que vemos sólo de refilón porque Otto Preminger, el director, quiere que te sientes en una de sus sillas y juzgues tú con la información que te están dando testigos, víctima y acusado porque además, tampoco hay ningún flashback, otro hito, que te muestre lo que de verdad pasó esa noche, si es que hay una sola verdad que mostrar.

Cuando la terminé de mirar me quedé un rato pensando en el tiempo que había transcurrido desde entonces, intentando visualizarme con 22 años. Estuve un rato preguntándome: ¿qué había cambiado de verdad para pasar de pensar que unos granujas se libraban, a que unos pobres desgraciados se salvaban?. Quizá no sea tanta la diferencia. No llegué a ninguna conclusión satisfactoria. Pensé de soslayo en el arte, en las diferentes capas de interpretaciones que vamos superponiendo a obras que se ejecutaron hace 500 o 10 años, sin que ellas abran la boca.

Pocas veces tenemos la oportunidad de mirarnos ante un espejo que vaya más allá de nuestra apariencia; por fortuna, aquella madrugada miré esta película que, hoy de manera imperturbable, me muestra las cualidades adquiridas, esas que el tiempo ha ido poco a poco dejando en el lado anverso de mi piel. Si esa no es la función del arte, creo que nunca me licencié.

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LA EDUCACIÓN SENTIMENTAL http://www.comencemosporelfinal.com/2013/08/la-educacion-sentimental/ http://www.comencemosporelfinal.com/2013/08/la-educacion-sentimental/#respond Sat, 03 Aug 2013 19:08:30 +0000 http://www.comencemosporelfinal.com/?p=956

 

 

 

 

 

 

«Enumerar lo vivido en estos cuatro años, significa seguir el rastro de las pequeñas cosas que se hicieron grandes con el tiempo. Significa que el recuerdo dignifique lo que entonces nos pareció ajeno o trivial y hoy ocupa un lugar certero en la memoria. Así, aquí lo vivido, nunca será cercenado ni pasto de llamas: será memoria intacta y tenaz porque lentamente hemos aprendido a querer las cosas en secreto. Sólo lo que es pequeño puede crecer y hacerse grande: sillar sobre sillar, página sobre página, a golpes de cincel o trazos de buril; así hemos crecido con el tiempo como aliado que no como enemigo. Lo que hoy aquí celebramos tiene el valor y la grandeza de los momentos compartidos en las mañanas de lluvia o sol, el prestigio de los libros antiguos y el desafío de todo lo que está por venir. Digamos como Fréderic de Flaubert, es la mejor época que hemos tenido».

Por Miguel Hernandez Torralbo, discurso de graduación, promoción 2000-2004.

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Ordalías http://www.comencemosporelfinal.com/2010/09/ordalias/ http://www.comencemosporelfinal.com/2010/09/ordalias/#comments Fri, 24 Sep 2010 21:21:17 +0000 http://www.comencemosporelfinal.com/?p=296 Cuando empecé a deambular por los ambientes indies de mi ciudad natal, solía imaginarme una especie de juicio final donde todos los alternativos entendedores de música serían juzgados por sus pretendidos gustos musicales. El juicio se celebraría en la plaza de la Merced y un notario (emulando a un cristo en majestad), leería en voz alta qué grupos o músicos eran los verdaderos, de entre los falaces, y qué fieles dignos de tal música.

Me regocijaba imaginando los músicos que no estarían en la “lista de los elegidos a pasar a la historia” pero, sobre todo, imaginando la cara de circunstancia de algunos de sus más fieles seguidores, postrados ante las mismísimas puertas del cielo pidiendo clemencia. Aún me da la risa, y eso que yo tampoco estaría entre los elegidos.

De hecho, si echo la vista atrás, puedo verme en más de una ocasión hablando de aquello que no entiendo, mencionando títulos que no he leído o, defendiendo una postura política que tiempo atrás dejó de existir. Es difícil no intentar ocultar las lagunas que se tiene en los campos que a uno más le interesan. Llámalo orgullo, amor propio o simple vergüenza.

Yo, por si acaso, rezo cada noche para que nunca me visite San Miguel dispuesto a pesar las páginas de todos los libros que no leí pero, sobre todo, de aquellos que no volví a abrir y perecieron en la biblioteca


A Miguel, a cuyo juicio invisible y secreto siempre me someto.

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Murmullos en Roma http://www.comencemosporelfinal.com/2008/02/murmullos/ http://www.comencemosporelfinal.com/2008/02/murmullos/#respond Sat, 02 Feb 2008 00:00:00 +0000 Una obra de arte expresa, evoca, enseña, documenta, pero no habla. O al menos eso pensaba yo hasta que llegué a Roma, y empecé a sentir el continuo murmullo algo nervioso de sus monumentos.

Era como si fuentes, esculturas, cúpulas, plazas no supieran que ha llegado el año 2008, como si nadie les hubiera explicado cuál era su finalidad en este nuevo siglo. Cansadas de no perecer y aparecer en todas las fotos de mundo…

Las entendía, y cómo no. La inmortalidad cansa, y no tiene sentido cuando no puedes disfrutar en una plaza de la contemplación de una escultura, que ha sido creado para ello: ¿para qué degradar su origen?

Me viene a la mente el protagonista de À Rebours el duque De Esseintes (abandonado a los placeres de su castillo) quien un día decide partir y visitar Londres pero a última hora prefiere perder el barco y permanecer en la taberna donde se hallaba, por temor a no encontrar aquello sobre lo que ha leído. Así que coge sus guías, sus libros de arte y, acompañado de un exquisito Jerez, camina sentado por la city

¿Y si la verdadera contemplación ya no es la verdadera? Es decir, y si el recuerdo pesa más que la visión directa. Es decir, y si reconociera que puede desaparecer Roma pero no la Dolce Vita.

Quizá viajemos para disfrutar más de nuestras películas favoritas

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Imágenes http://www.comencemosporelfinal.com/2007/06/imagenes/ http://www.comencemosporelfinal.com/2007/06/imagenes/#comments Tue, 05 Jun 2007 00:00:00 +0000 Un terceto recien formado escuchan Erik Satie y beben cava a las cuatro de la madrugada. Hablan sobre Situacionismo, constructos, y demás objetos surrealistas y dadaístas. Llega una enfermera recien dormida en camiseta… Es el comienzo de un gran amistad.

El vuelo -imposible- de una cometa en una tarde sin aire. Cuatro adultos en lo alto de un tejado buscan a un niño de 9 años para que les ayude a volarla.

Me gustan tus gafas, dijo ella, y a mi tú. Eso fue lo primero que me dijistes. Es verdad, no me acordaba, dije yo.

Flaca, dame un beso.

Indiscutiblemente, Estrella, la pátina es un valor añadido a la obra de arte.

Al final de la escapada: Tú eres Nouvelle Vague, dijo él, y tú Baudelaire, dije yo.

Crecen en secreto las niñas.

Entonces pregunté a un distinguido catedrático (especialista en Vanguardias): ¿Cómo se lleva eso de la historia del arte y empujar un carrito de niño pequeño?

Como dice Vicente Verdú en La forma del mundo, ya no existe la naturaleza, sino parques temáticos. Recuerdo cuando lo dijistes. Fue en clase de Contemporáneo, hablamos del Expresionismo Alemán, y de la crisis del sujeto causado por la no-Naturaleza.

Haré como Duchamp y te traeré aire embotellado de Londres.

Me quedo con esta imagen: los dos sentados en las escaleras de la facultad, repartiéndonos las fotocopias, de no sé que asignatura, el viento sopla y tú me dices que echarás de menos momentos como este.

No volveran esos días en el que tiempo nos reunía, ma jolie…

Nunca te lo dije, pero te quiero y te echaré de menos siempre. Un beso sin fin.

A Miguel, por supuesto

 

 

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Continuar y recordar http://www.comencemosporelfinal.com/2007/05/continuar-y-recordar/ http://www.comencemosporelfinal.com/2007/05/continuar-y-recordar/#comments Tue, 01 May 2007 00:00:00 +0000 «Eso es lo mejor que nos ha ocurrido en toda la vida -dijo Frederic.
Sí, tal vez. Es lo mejor que hemos tenido nunca -dijo Deslauries»
(La educación sentimental, Flaubert)

Muchos finales dan pie a comienzos, pero la mayoria se terminan una vez has cerrado ese libro que te tenía subyugado, o apagado la caja de luces. Amontonadas en la memoria, reparecen esas historias en una conversación, «ese libro lo leí, pero hace mucho tiempo…» Con frecuencia no recordarmos haber visto una película, y pasamos el rato intentado adelantarnos a alguna de las escenas para comprobar efectivamente si la vimos, o no.

Suelo acabarme los libros por la noche, entonces experimento una especie de vacio y temblor, de coherencia y desasosiego. Da igual la temática del libro, el final siempre es el mismo.

Continuar y recordar. De eso se trata cuando acabas con un libro importante. Los mejores finales son los que te impulsan con más energia a buscar otros nuevos, donde perderte y encontrarlos.

Yo tuve un amigo que me invitaba a entrar en las películas; nos cogíamos de la mano y nos lanzábamos directamente contra el celoluide: Bacall, Bogart, él y yo.

Algún día contaré como termina la película. El final es triste pero así suelen ser los mejores.

 

 

 

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Recuerdos de recuerdos http://www.comencemosporelfinal.com/2007/04/recuerdos-recuerdos/ http://www.comencemosporelfinal.com/2007/04/recuerdos-recuerdos/#comments Sun, 01 Apr 2007 00:00:00 +0000 A veces me pongo a recordar épocas pasadas que yo no he vivido aunque sí imaginado a menudo. De las que más me gusta recordar es la Griega Clásica, por su ingenuo sentimiento de saberlo todo. La admiración con que nos enseñan estos siglos en la escuela ha hecho, definitivamente, mella en mí. Tanto que una vez escribí un relato «Finisterre» donde me imaginaba que sensación tuvieron que experimentar los romanos, al toparse con el fin de la tierra.

Como apenas poseo conocimientos de historia (y también tengo abandonada a la historia del arte) me imagino a personas anónimas en días anodinos de la historia. Es mucho más sencillo que recordar el sabor de una gran batalla, o la resolución de una obra arquitectónica. Solamente pienso en momentos de silencio, aburrimiento y vacío, y los traslado a otra época: la visión fugaz de una chica del 1400 que imagina el 1900, a nuestros bisabuelos regresando del campo con los trastos a rastras por –hermosos- senderos ya borrados, tal vez con un cigarrillo a medias… Al ángel de la Melancolía de Durero pensado en la noche de los tiempos…

Existe un recuerdo que descubrí hace poco que es el más preciado que tengo (por su unicidad e intimidad): yo recordando a mi padre (fallecido) que recuerda su niñez. La imagen es conmovedora:

Mi padre me habla desde el sofá, una tarde más de invierno. Yo tengo unos 10 años, un azul Klein apagado colapsa el cielo. Escucho atenta. Me cuenta anécdotas de cuando era crío. Entonces yo me imagino (en blanco y negro) a mi padre jugando de crío por su pueblo, Zafarraya. Como nunca he estado antes, me imagino su pueblo (de color sepia) con viento y sin aceras. Mi padre se levanta, busca una foto de cuando era pequeño. No hay duda, me parezco a él.

 

 

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